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El J1

  • Kimberly Tejeda
  • 27 mar 2018
  • 6 Min. de lectura

Crecer, conocer, avanzar, aprender y disciplina son las palabras que siempre lleva en su mente, una persona perseverante, inquieta y carismática que no se rendirá con la esperanza de cumplir su más grande sueño…

Juan Pablo Alvarado Castro, nació el 2 de Diciembre de 1996, en la ciudad de Barranquilla, hijo de Esperanza Castro, madre que en medio de las adversidades lo ha sacado adelante y que su nombre es la palabra que en este mundo cruel y mágico de la música es lo último que se pierde. Juan, olvidadizo, dormilón, ansioso y algo distraído, una persona alegre que le brinda sonrisas y carcajadas a todo aquel que lo rodea, con su forma pausada al hablar puede hacerte creer que es alguien que se mantiene quieto y tranquilo, sin embargo, sus manos rápidamente lo delatan, ya que siempre tiene algo en ellas que consciente o inconscientemente trata de hacer música ya sea al sacudir llaves, abrir y cerrar las tijeras o utilizar cualquier superficie como si fuera algún instrumento de percusión. Para él todo lo que le rodea es música–La música siempre va a estar en mi–afirma, mientras una pequeña sonrisa se le escapa. Tenía pensado ser productor, pero la vida le cambió las cartas y lo volvió cantautor. Fue a los 15 años, cuando la inspiración toca su puerta y empieza a escribir una canción–una canción buena con estructura, lo que se llama una canción– la canción que le da el punto de arranque a su historia musical.

Nominado a los Premios Luna 2017 que es una ceremonia anual al talento musical de Colombia. Encabezado por Ley Martin –yo mandé tres proyectos míos: una canción que todavía no ha salido que se llama Ayer, A Piece of the Sky y Olvídalo. Y como que les gustó Olvídalo–ríe–estos premios no son por votación como pensaba, es internamente por medio de jueces y el simple hecho de estar allí es muy chévere, pero avanzar o no avanzar, no me va a desmotivar ni empezar a motivar, no hay que dejarse llevar–afirma.

Sus canciones nacen con un sentimiento, ganas de desahogarte o musas inusuales. Dicen por ahí que la inspiración llega de la manera menos pensada, puede aparecer en situaciones tan comunes como no dejar que la persona que te gusta se vaya y decirle que “no hay afán, tú tranquila que nada falta” o donde tu musa puede ser una galleta Choky porque sientes que saborearas un pedazo de cielo, un pedazo del cielo para ti.

Esas ganas de salir adelante son su gasolina a la hora de escribir las canciones, antes de sentarse a hacer la canción él tiene como prioridad saber cómo se está sintiendo en ese momento y que quiere expresar– si no lo hago no tiene sentido que yo me sienta a escribir, porque escribiría algo simple, las cosas hay que hacerlas bien–dice Juan One– Si la canción se llama Manantial debe provocar que sientas que estás en un manantial, no es que quería navegar en el manantial de ella en ese momento, sino que la melodía y la letra te transmitan y que te proyecten ahí en ese ambiente, todo esto está entrelazado, así pienso que los artistas hacen con cada una de sus obras–.

En el caso de A Piece of the Sky, que en español significa “un pedazo del cielo” es una canción que le vino a la mente cuando estaba comiendo una galleta Choky– la mordí y dije “¡Esto es un pedazo del cielo!”, me quedé pensando que hay muchas cosas que te hacen pensar eso, decido hacer una canción que transmitiera cada cosa que tú consideras que es un pedazo del cielo, la canción parece que fuera dirigida para una mujer, pero en realidad la puedes dirigir a quien tu… a tu hermano, tu primo, lo que sea, lo que te haga sentir eso que dice la canción–.

–No soy romántico, soy una persona que me gusta dejar las cosas claras, no soy romántico, soy claro en decirle a una persona que la quiero, pero no soy romántico–repite una y otra vez mientras juega con una tijera–no hago detalles como los que hacían los caballeros de antes. He conquistado a través de mis canciones pero no intencionalmente, a excepción de una relación sentimental, conquisté a mi novia con una canción, ella es una chica celosa, noble, divertida, curiosa, que se llama Laura Daniela Freyle– mientras observa a su novia que está del otro lado del sofá–sí, estoy comprometido.

Él me conquisto y todavía me conquista con sus canciones- dice Laura Daniela Freyle, su novia-Yo admiro su perseverancia, es muy perseverante en la música, porque a mí me gustaba la música en el ámbito de tocar instrumentos y quería estudiar eso, pero siempre me dio miedo pensando que de pronto eso no me iba a dar dinero, en cambio él, tiene la gran motivación por el cielo, quiere estudiar introduciéndose en la música. Juan Pablo es una persona tímida, es aventurero, radical en su toma de decisiones, es una persona muy sensible, es romántico, detallista, no de dar regalos físicos sino de que siempre está allí, pendiente, siempre tiene una palabra para decirte, un consejo, un apoyo. Aparte, es muy atento con su mamá. Es de las pocas personas que he conocido que trata bien a su mamá y que ella es una prioridad–.

Somos mejores amigos desde hace tres años, Juan Pablo y Juan One son la misma persona, siempre lo conocí cantando–dice Jorge “Jota T” Tellez–. Yo lo conocí por eso, él vivía al frente del colegio donde yo estudiaba y empezamos a entablar conversación porque algunos de mis amigos andaban con él porque también cantan pero más que todo por un amigo de él que se llama Andrés que estudió conmigo y de ahí nos hicimos compinches. Es un amigo weed–ríe– confiable y leal, de los pocos en quien se puede confiar.

Juan One, inquieto en todos los aspectos de su vida, por el lado de la música lleva realizando al tiempo varios proyectos entre ellos está Salsa Brava the mixtape con su grupo

El Olimpo, un EP y sencillos con sus amigos John “Jhonky Mc” Holguín, Totoy y Dilan”DF” Santiago, su mejor amigo de la infancia.

–Estoy en un proceso de crecimiento, no siento que estoy en algún punto, estoy caminando, y a donde pienso llegar está todavía muy lejos, hasta ahora lo que hecho es gozar, trabajar y disfrutarlo, porque me gusta lo que hago, claro, con disciplina.

Hay que tener fuerza en la mente, es lo más fundamental, porque en estos tiempos hay muchas personas que se toman muy enserio esto, les ofende cuando una persona no le va bien, eso no tiene que ser un impedimento, porque la música es algo que a ti te libera, debes tener siempre fuerza mental para seguir haciendo lo que a ti te gusta, tomarla enserio, tener disciplina, hacer lo que tengas que hacer por tu carrera… disciplina –susurra.

Antes de montarse a un escenario le da nerviosismo y mucha ansiedad–esa es la magia que tiene este mundo, las ganas de estar allí arriba y hacer lo mío y después de todo, al bajar del escenario siento una gran alegría y satisfacción por haber estado allí–. Una persona valiente que solo le tiene temor a lo que desgraciadamente es inevitable… La muerte, la muerte de la persona que más ama en la vida, Esperanza, su señora madre –No le tengo mucho temor a las cosas… A eso sí porque se me va a hacer difícil de afrontar–.

No todo es color de rosa en este camino, ha vivido las dos caras de la moneda las adversidades, enemistades y problemas nunca faltan, productores que demoran y estancan los trabajos, personas que en las discotecas gritan “que los bajen” antes de montarse y que al final de la presentación terminan pidiéndoles canciones o con rabia porque les molesta que a otro le vaya bien.

Por hacer lo que más le gusta le ha tocado toparse de frente con cosas que en otro momento no imaginaba que podían llegar a ser tan toxicas como la envidia y comentarios mal intencionados de personas en las que había depositado toda su confianza, personas que alguna vez los llamó amigo, con que compartió muchos momentos y que ahora son un capítulo más de su corta vida de dos décadas. –Amigos que ya no son porque ajá– hace un gesto con la boca que transmite su decepción– se les cae las máscaras a los 'faltones'– subraya aumentando su tono de voz.

Un evento triste– cuenta Juan Pablo mientras se acomoda en su cama– fue una vez que me iba a montar con DF pero por problemas personales con el que iba a ser el Dj de él, que no voy a mencionar… tenía ganas de montarme, porque siempre tengo ganas y ese día no pude–.

Juan Pablo Alvarado Castro, Juan One, el J1, el chico de 20 años que se la pasa en el Piso 90 con sus amigos mientras ríe olvidando todos los males, con la mente volando alto o esperando que le caiga un pedazo de cielo y tal vez con una idea en su mente para su próxima canción.

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